Radiadores para calefacción según la fuente de calor
La fuente de calor es, sin duda, el punto de partida para entender los tipos de calefacciones y, por ende, los radiadores que mejor se adaptan a ellas. No es lo mismo un sistema que funciona con gas que uno eléctrico, o uno que aprovecha la energía del aire, como la aerotermia. ¿Qué diferencia hay entre unos y otros?
Tipo de radiadores eléctricos
Los radiadores eléctricos son, por lo general, la opción más sencilla de instalar. No requieren obras ni sistemas de tuberías, sólo basta con disponer de un enchufe. Dentro de este gran grupo existen:
Radiadores de enchufe convencionales (emisores térmicos y convectores).
Radiadores de aceite eléctrico, que conservan el calor y tardan más en enfriarse. Un ejemplo de ello son los radiadores de calor azul.
Radiadores de bajo consumo, equipados con programación digital y termostatos eficientes.
La principal ventaja de estos tipos de radiadores es la rapidez con la que ofrecen calor, ideales para estancias que requieren calefacción eléctrica puntual. No obstante, su consumo energético es más elevado si se usa durante períodos largos. Por eso, conviene analizar la potencia y la eficiencia energética antes de decantarte por uno.
Tipos de radiadores de agua para calefacción
Los radiadores de agua usan agua caliente generada por un sistema de aerotermia, una bomba de calor o una caldera de gas. Se conectan a través de circuitos cerrados y distribuyen el calor homogéneamente por toda la vivienda.
La aerotermia, especialmente con su tecnología, permite que el agua circule a temperaturas más bajas, lo que mejora la eficiencia energética y reduce el gasto de la factura. Esta opción se adapta a cualquier vivienda y es especialmente recomendable si quieres combinar climatización con energía renovable y un alto rendimiento durante todo el año.
Claves de la aerotermia de Solar360 en hogares:
Permite calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria con un solo sistema.
Sin combustión y sin emisiones directas.
Compatible con radiadores, suelo radiante y fancoils.
Tu vivienda puede ser un 85 % más eficiente.
Contar con la confianza y garantía de Repsol y Movistar.
Totalmente compatible con una instalación de placas solares, formando un sistema de energía renovable integral para el hogar.
En solar360, somos especialistas en la instalación de sistemas de aerotermia, y sabemos que la elección de los radiadores adecuados es clave para maximizar su rendimiento. Los radiadores de agua son excelentes opciones para combinar con aerotermia, ya que tienen una alta capacidad de emisión de calor incluso con agua a menor temperatura. Al optar por un sistema de aerotermia con los radiadores correctos, no solo estarás invirtiendo en confort, sino también en un futuro más sostenible y en un ahorro energético considerable.
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Tipos de radiadores de calefacción según su temperatura
La temperatura a la que trabajan los radiadores es otro de los factores cruciales que influye directamente en la eficiencia de tu sistema de calefacción y en el confort que percibes. Principalmente, distinguimos entre:
Radiadores de alta temperatura. Utilizan agua a temperaturas elevadas, generalmente entre 70 y 90 °C. Son económicos y se adaptan fácilmente a sistemas de calefacción tradicionales, como calderas de gas o gasóleo. La ventaja es que calientan las estancias rápidamente y requieren radiadores de menor tamaño. Sin embargo, su eficiencia energética es menor y no son recomendables para sistemas de baja temperatura como la aerotermia o calderas de condensación modernas.
Radiadores de baja temperatura. Operan con agua a temperaturas más bajas, entre 50 y 60 °C. Son altamente eficientes, ideales para sistemas de aerotermia y calderas de condensación, permitiendo un ahorro energético significativo. Contribuyen a reducir la huella de carbono, mejoran la eficiencia de calefacción por suelo radiante y ofrecen mayor confort térmico constante. Como desventaja, para proporcionar la misma cantidad de calor que un radiador convencional, requieren mayor superficie o ventiladores incorporados que mejoren la convección.