¿Para qué sirve el certificado energético?
El certificado energético tiene varias utilidades importantes, tanto para los propietarios de viviendas como para los interesados en adquirirlas o alquilarlas. A continuación, se detallan algunas de las principales funciones del certificado energético:
Informar al usuario: El certificado energético proporciona información detallada sobre el consumo energético de la vivienda, lo que permite a los propietarios y potenciales compradores conocer el rendimiento energético del inmueble.
Concienciar sobre el ahorro energético: Esto permite a los propietarios identificar áreas de mejora y tomar medidas para reducir el consumo y las emisiones de CO2, fomentando así prácticas más sostenibles y el uso responsable de la energía.
Valoración inmobiliaria: Las propiedades con calificaciones energéticas más altas pueden tener un mayor valor y resultar más atractivas para los compradores.
Cumplimiento normativo: En España, el certificado energético es obligatorio para poder vender o alquilar una vivienda.
Planificación urbana sostenible: Las administraciones públicas utilizan la información recopilada a través de los certificados energéticos para desarrollar políticas de eficiencia energética y promover una planificación urbana más sostenible.
Información clave que proporciona el certificado de eficiencia energética
Los principales datos que incluye este tipo de certificado energético son:
Identificación del edificio o vivienda: dirección, referencia catastral y, si procede, circunstancias especiales de catalogación arquitectónica.
Explicación de las pruebas, comprobaciones e inspecciones que realiza el técnico al otorgar la certificación.
Descripción de las características energéticas: detalles sobre la envolvente térmica (aislamiento), instalaciones técnicas (calefacción, refrigeración, agua caliente, aerotermia, etc.), condiciones normales de uso y ocupación.
Calificación de eficiencia energética: se expresa mediante una etiqueta con una escala de letras (de la A, la más eficiente, a la G, la menos eficiente), que refleja tanto el consumo de energía primaria no renovable (kWh/m²año) como las emisiones de CO2 (kgCO2/m²año).
Procedimiento utilizado: método reconocido empleado para calcular la calificación energética.
Normativa aplicable: indica qué normativa sobre ahorro y eficiencia energética se aplicó en la construcción del inmueble.
Recomendaciones de mejora: sugerencias técnicas para reducir el consumo energético y mejorar la calificación, con estimación de plazos de recuperación de la inversión.
Fecha de la visita y pruebas realizadas: el técnico debe indicar cuándo visitó el inmueble y qué comprobaciones efectuó.
Documentación técnica: incluye informe en formato electrónico (XML), cálculos justificativos y anexos necesarios para interpretar la evaluación.
¿Qué tipo de viviendas necesitan certificación energética?
El certificado de eficiencia energética es obligatorio para todos los propietarios que deseen vender o alquilar una vivienda, local, piso o edificio. Esta exigencia aplica tanto a inmuebles de nueva construcción como a aquellos más antiguos que se comercializan por primera vez o cambian de inquilino o propietario.
En este sentido, tanto los propietarios que deseen vender o alquilar su vivienda como los interesados en adquirirla o arrendarla deben asegurarse de que el certificado energético esté disponible y sea válido para evitar posibles inconvenientes legales, al tratarse de un requisito indispensable en este tipo de contratos desde la aprobación del Real Decreto 390/2021, por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios.
No obstante, existen algunas excepciones donde las viviendas o edificios pueden estar exentos del certificado de eficiencia energética. Algunas de estas excepciones podrían incluir:
Edificios o unidades individuales, como apartamentos o estudios, cuya superficie útil total sea inferior a 50 metros cuadrados están exentos de presentar el certificado energético en operaciones de venta o alquiler.
Edificios o viviendas de ciertas categorías protegidas por patrimonio histórico o cultural.
Edificios industriales o agrícolas con un bajo consumo de energía. Aunque es preciso mencionar que aquellas zonas orientadas a trabajadores como, por ejemplo, zona de oficinas sí precisarían este certificado.
Edificios o viviendas que se utilizan sólo temporalmente (uso inferior a cuatro meses al año) o cuyo consumo energético estimado no supere el 25% del consumo anual habitual. Esto aplica, por ejemplo, a viviendas vacacionales o de uso temporal.
Construcciones provisionales que se utilizan por un período limitado de tiempo (por ejemplo, menos de dos años).
Edificios religiosos o de culto.
Edificios aislados con una superficie útil total inferior a un cierto umbral establecido por la legislación local.
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¿Cómo obtener el certificado energético de una vivienda?
El proceso para obtener el certificado energético de una vivienda puede ser llevado a cabo por un técnico competente en la materia, generalmente un arquitecto, ingeniero o un técnico especializado en eficiencia energética de edificios. A continuación, te describimos los pasos típicos para obtener el certificado energético:
Contactar con un técnico certificador: Lo primero que debes hacer es buscar un técnico registrado en el organismo oficial correspondiente para realizar la certificación energética.
Visita a la vivienda: El técnico certificador visitará la vivienda para realizar una inspección detallada de todas las características relevantes para la eficiencia energética, como el aislamiento, la orientación, los sistemas de calefacción y refrigeración, las ventanas, etc.
Recopilación de datos: Durante la visita, el técnico recopilará todos los datos necesarios sobre las características y materiales de construcción de la vivienda, así como información sobre los equipos y sistemas energéticos instalados.
Cálculo de la eficiencia energética: Con toda la información recopilada, el técnico realizará los cálculos necesarios para determinar la calificación energética de la vivienda. Esta calificación se representa en la etiqueta energética en una escala con letras desde la A hasta la G.
Emisión del certificado: Una vez completado el proceso de evaluación, el técnico emitirá el certificado energético, que tendrá una validez determinada según la legislación local.
Registro del certificado: Registrar el certificado en un organismo oficial o en un registro público, con el objetivo de que el certificado tenga validez legal.
¿Cuánto tiempo es válido un certificado energético?
De acuerdo a la legislación vigente, más concretamente al Real Decreto 390/2021, de 1 de junio, por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios, se establece un periodo de validez máxima de este certificado de 10 años, exceptuando cuando la eficiencia energética tenga la calificación G, en cuyo caso, su validez será de 5 años.
Precio del certificado energético: ¿de qué depende su coste final?
El precio del certificado energético puede variar significativamente en función de distintos factores. No existe una tarifa fija, ya que el coste final depende del tipo de inmueble, su superficie, ubicación geográfica y complejidad técnica.
Los factores que influyen en el precio del certificado energético son:
Tipo de inmueble. No cuesta lo mismo certificar un piso, una vivienda unifamiliar, un local comercial o un edificio completo.
Tamaño de la propiedad. A mayor superficie útil, más tiempo requerirá la inspección y análisis energético, lo que incrementa el precio.
Ubicación geográfica. Las tarifas pueden variar según la ciudad o comunidad autónoma, debido a diferencias en el coste de vida y la demanda.
Accesibilidad y documentación disponible. Entregar planos actualizados o documentación técnica al certificador puede reducir el tiempo de trabajo y, por tanto, el coste.