Qué es el autoconsumo fotovoltaico
El autoconsumo hace referencia a la producción de energía eléctrica para el consumo propio a partir de fuentes renovables, como la energía solar. En lugar de depender únicamente de la red eléctrica convencional, los propietarios de viviendas o empresas pueden generar su propia electricidad a partir de instalaciones de placas solares.
A diferencia de otros sistemas, el autoconsumo fotovoltaico no incluye aquellas instalaciones solares aisladas de la red eléctrica, ni tampoco las que se destinan exclusivamente a la venta de energía eléctrica. Este tipo de autoconsumo está pensado para aprovechar la energía solar generada para el consumo propio, reduciendo la dependencia de la red y fomentando un uso más eficiente y sostenible de la electricidad.
¿Cómo funciona el autoconsumo fotovoltaico?
El funcionamiento del autoconsumo es bastante sencillo. Las instalaciones fotovoltaicas, compuestas por paneles solares, captan la radiación solar y la convierten en electricidad de corriente continua (CC). A continuación, un inversor transforma esta corriente continua en corriente alterna (CA), que es la forma en que se suministra la electricidad en los hogares y negocios.
La energía generada por los paneles solares se utiliza, en primer lugar, para cubrir las necesidades de energía eléctrica de la vivienda o la empresa en tiempo real. Si la producción solar es superior a la demanda, el excedente se envía a la red eléctrica convencional. En caso de que la producción sea insuficiente, se complementa con energía de la red.
Ejemplos de autoconsumo fotovoltaico
En España, el autoconsumo se divide principalmente en dos modalidades: autoconsumo sin excedentes y autoconsumo con excedentes. Cada una presenta características específicas según el uso y la conexión con la red eléctrica.
Autoconsumo sin excedentes. En esta modalidad, la instalación solar incorpora un sistema que impide enviar energía sobrante a la red eléctrica. Toda la electricidad generada se destina al consumo propio del hogar o negocio, sin compensación por la energía sobrante.
Autoconsumo con excedentes. Hace referencia a las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo con excedentes que pueden verter parte de la energía generada a la red eléctrica. Dentro de esta modalidad existen dos subtipos:
Con excedentes acogidos a compensación. Los propietarios con instalaciones de menos de 100 kW pueden acogerse a esta opción. La energía no consumida se vierte a la red y se compensa en la factura eléctrica, reduciendo el importe mensual.
Con excedentes no acogidos a compensación. En este caso, las instalaciones de más de 100 kW vierten la energía sobrante a la red para su venta directa, según el precio fijado por la normativa vigente. No se aplica compensación en la factura, ya que se trata de un modelo de producción y comercialización energética.
Después de entender cada uno de los tipos, es posible maximizar el rendimiento de tu instalación fotovoltaica con Solar360 y la innovadora batería virtual de Repsol. Esta solución te permite ir más allá del autoconsumo instantáneo, transformando el sobrante de energía en un valioso crédito.
De este modo, los excedentes de energía solar se acumulan en forma de saldo en la batería virtual, lo que permite al usuario decidir cómo repartir ese ahorro entre sus contratos de luz y/o gas de Repsol.
De acuerdo con el Real Decreto 244/2019, el precio de compensación de excedentes con placas solares aplicado en este sistema es de 0 €/kWh, ya que la energía no se compensa de forma directa en la factura, sino que se gestiona como saldo disponible dentro del ecosistema energético de Repsol.